Dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la noche para decirle: Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle; y desde dentro el otro le responde: No me molestes, la puerta está cerrada, mis niños y yo estamos acostados, no puedo levantarme para dártelos”. Si el otro insiste llamando, yo os digo que si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá, pues quien pide recibe, quien busca halla y al que llama se le abre. ¿Que padre entre vosotros cuando el hijo le pide pan le dará una piedra, o si le pide un pez le dará una serpiente?, ¿o si le pide un huevo le dará un escorpión?. Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuanto más vuestro Padre celestial dará el Espiritu Santo a los que se lo piden?”.
(Lucas 11, 5-13)
MEDITACIÓN
Señor, me invitas a que pida al Padre y así lo hago, en Tu Nombre: Padre, dame el Espíritu Santo, sin el cual estaría muerto. Sé que si te lo pido en nombre de Jesús, no me lo negarás.
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