Dijo Jesús a sus apóstoles: “Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata, ni calderilla; ni tampoco alforjas para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quien hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en la casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella, si no lo merece, la paz volverá a vosotros.
(Mateo 10, 7-13)

Meditación

Señor, Todo bautizado es en potencia un discípulo tuyo, para ser mensajero y testigo viviente de Tu Evangelio. Que Tu Luz, me ilumine para a mi vez poder hacerlo a los demás y que te sigan en el Camino.

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