En aquel tiempo, dijo Jesús: “Pero cuando venga el defensor, el Espíritu de la Verdad, que Yo enviaré de parte del Padre. Él será mi testigo. Y también vosotros seréis mis testigos, porque habéis estado conmigo desde el principio. Os digo estas cosas, para que no perdáis vuestra fe en mi. Os expulsarán de las Sinagogas, e incluso llegará el momento en que cualquiera que os mate creerá que está prestando un servicio a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mi. Os digo esto, para que cuando llegue el momento, os acordéis de que ya os lo había dicho.”
(Juan 15, 26-16, 4ª)
MEDITACIÓN
Jesús nos promete Su Espíritu como enviado Divino, para mantener viva la llama de la fe. Reflexionemos que espantosa es la locura de matar en nombre de Dios, que es tomo Amor. Seguir a Jesús, supone arriesgar la propia vida, dar la cara por amor, en actitud constante de compromiso solidario. Y el Espíritu, nunca dejará de alentar la vida de quienes quieren vivir al estilo de Jesús de Nazaret.
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