Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: “En la cátedra de Moisés, se han sentado los escribas y los fariseos: Haced y cumplid lo que os digan, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque no hacen lo que dicen; lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a las gentes en sus hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente, les gusta ser los primeros en los banquetes y tener asientos de honor en las Sinagogas, que les hagan reverencias por las calles y la gente los llame maestros. Vosotros en cambio, no os dejéis llamar maestros, porque Maestro no hay más que uno y todos sois hermanos; y no llaméis a nadie padre en la Tierra, porque solo uno es vuestro Padre, que está en el cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero: El Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.
(Mateo 23, 1-12)

Meditación

Señor, tus palabras son de vida eterna y es evidente que eres el único Maestro. No quiero mas Padre que al tuyo que me dará la vida que no tiene fin. Solo Tú eres mi consejero y yo te doy las gracias porque has roto las cadenas de mi esclavitud.

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