En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y dijo: “Escuchadme todos y entended: Nada de lo que entra de fuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que le hace impuro”. Cuando Jesús dejó a la gente y entró en casa, sus discípulos le preguntaron sobre esta enseñanza. Él les dijo: “¿Así que vosotros tampoco lo entendéis?. ¿No comprendéis que ninguna cosa que entra de fuera puede hacer impuro al hombre?, porque no entra en el corazón sino en el vientre y después sale del cuerpo”. Con esto quiso decir, que todos los alimentos son puros y añadió: “Lo que sale del hombre eso sí le hace impuro, porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de dentro y hacen impuro al hombre”.
(Marcos 7, 14-23)

MEDITACIÓN

Saber por qué hacemos lo que hacemos, es la clave de una vida santa y justa. Los ritos, no hacen mejorar el corazón de un hombre, porque si su vida está vacía de amor a los demás, es un alma que no está inclinada a Dios.

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