En aquel tiempo, dijo Jesús: “’Ay de ti, Corazín!, ¡Ay de ti Betsaida!, porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre vosotras, hace ya tiempo que su gente se habría vuelto a Dios y lo habría demostrado poniéndose ropas ásperas y sentándose en ceniza. Pero el día del juicio para vosotras será peor que para la gente de Tiro y Sidón. Y tú Cafarnaún, ¿crees que serás levantada hasta el cielo?. ¡Hasta lo más profundo del abismo serás arrojada!. El que os escucha a vosotros me escucha a Mi, y el que a Mi me rechaza, rechaza al que me envió”.

(Lucas 10, 13-16)

MEDITACIÓN

Como los hizo para los israelitas, Dios ha hecho milagros para nosotros. La vida, por ejemplo. El hecho de que conozcamos a Jesús también lo es. La cuestión es si nosotros como Jesús, hacemos o no un de nuestras vidas un milagro para los demás.

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