En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y José, y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel Niño. Todos los que le oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en Su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído, todo cómo les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al Niño y le pusieron por nombre Jesús, cómo le había llamado el ángel antes de Su concepción.

(Lucas 2, 16-21)

MEDITACIÓN

El año nuevo lo comenzamos con un saludo de Paz Crística a todos los que nos leen. Que Dios nos proteja, nos ilumine, nos ilumine, nos favorezca, nos mire y nos conceda la Paz Esa Paz que va dirigida a los hombres y mujeres de buena voluntad: María nos muestra y regala a Jesucristo que es la Paz, a ese Emmanuel (Dios con nosotros) para que esté a nuestro lado. Pero la Paz, además de ser un don, es una tarea ingente que los cristianos hemos de realizar unidos. Paz en el corazón y con los que nos rodean, para perdonar e implantar en nuestras vidas, esa Paz que es perdón y olvido de todo lo que fue mal que recibimos.

Que Dios nos guíe en este nuevo año, y que nuestro humilde trabajo, de la siembra de la Palabra de Cristo, sirva allá donde haya buena tierra para que brote, crezca y de a su vez un testimonio, pues entre todos unidos, podemos conseguir que la Luz y la Paz inunden de nuevo el mundo.

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