Comenzamos hoy un nuevo apartado, reseñando el Evangelio canónigo de cada día, tal como vienen en el original del Nuevo Testamento, para que haya un momento al menos, de introspección respecto a Su mensaje. Si queremos señalar, que la interpretación profunda y esotérica de los Evangelios, tal como la entiende la Orden del Temple, no se ajusta a la letra sino al espíritu de esta literatura y se comparte en el seno de la Orden.

24 de Enero

Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse Su familia, vinieron a llevárselo porque decían que no estaba en sus cabales.
(Marcos 3, 20-21).

Meditación:

Señor, estoy feliz por sentirme miembro de Tu familia, aunque indigno/a por mis faltas. Pero al contrario de tus hermanos y primos, sé que tu “locura” es de amor absoluto por todos nosotros; tanto a los que obran bien como a los que no y viven ajenos a Ti. Haz que penetre en mí, ese Amor incondicional por todos los que me rodean, especialmente por aquellos que son mis adversarios, me ofenden y hacen sufrir, porque por ellos he de superar las pruebas del resentimiento, el rencor, la amargura y el dolor, y por tanto, aprender a perdonar, porque así yo también seré perdonado/a.