La publicidad, tan imperiosamente exigida hoy, se concedió entonces, dando por resultado que los hombres se convirtieran en gigantes del conocimiento, pero también en gigantes de la maldad, hasta que la tierra gimió bajo sus opresores, y el grito de la humanidad pisoteada vibró a través de los mundos. Entonces vino la destrucción de los Atlantes, el sumergimiento de aquel vasto continente bajo las aguas del Océano, algunos de cuyos particulares consignan las Escrituras hebreas en el relato del diluvio de Noé, y las Escrituras indias del lejano Oriente en el relato de Vaivasvata Manu.
Experimentado el peligro de permitir que seres impuros se apoderasen del conocimiento que es poder, los grandes instructores impusieron condiciones rigurosas en lo que respecta a la pureza, desinterés y dominio propio a todos los candidatos a tales enseñanzas.
Tales son las razones que justifican la necesidad de un aspecto oculto en todas las religiones. Cuando de la teoría se pasa a los hechos, ocurre naturalmente preguntar: ¿Ha existido este aspecto Oculto en el pasado, formando parte de las religiones del mundo? La contestación debe darse inmediatamente y sin vacilar en sentido afirmativo; toda gran religión ha tenido una doctrina secreta, declarándose el depósito del conocimiento místico teórico y del conocimiento místico práctico u oculto.