Dijo Jesús a sus discípulos: “Ahora me voy al que me envió y ninguno de vosotros me pregunta ¿adonde vas?, sino que por haberos dicho eso, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad; os conviene que Yo me vaya porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio si me voy, os lo enviaré, y cuando venga dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia y de un condena. De un pecado, porque no creen en Mi; de una justicia porque me voy al Padre y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado”.
(Juan 16, 5-11)
© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009
(Juan 16, 5-11)
Meditación
Señor, me anuncias que te vas, pero me aseguras que te quedas por medio de Tu Espíritu. Aunque deseo enormemente verte con mis ojos, ahora me conformo con la promesa de Tu Espíritu y que un día te veré cara a cara.
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