Autor: Hno. A.L.+
         Continuemos con los posibles pasos que dio Judas, una vez que devolvió las treinta monedas de plata, pero antes quiero deciros hermanos que para ello me voy a basar en un determinado momento de mi vida que podría tener algunos puntos comunes con el tema. Esto ni lo he leido ni lo he visto ni en libros, ni películas ni reportajes.
         Judas se arrepintió, pero ese arrepentimiento no le dio ninguna tranquilidad, sino todo lo contrario, pues cada vez más se fue introduciendo en esa terrible dolencia que es la Depresión. Para aquellos que hayan tenido la suerte de no padecerla, les explicaré como actúa:
         Después de un problema sentimental que no eres capaz de controlar, es como si entraras en un negro pozo en el que vas cayendo sin ver el final. Entonces encuentras refugio en la cama, con los ojos cerrados. No tienes ganas de ver a nadie, ni a tus mejores amigos, familia….No te lavas ni te peinas ni te afeitas, no tienes ganas de comer, no tienes ganas ni para resolver asuntos particulares, como ir al Banco, al Médico….etc. Pasan los días y cada vez más vas bajando ese pozo, de tal forma que consideras que la única manera de acabar con esa horrible pesadilla es la de suicidarte….
         ¿Y como puede uno salir de ella?. Evidentemente cada caso será distinto. Por mí mismo no hubiera salido y es tan solo con las personas que te quieren; en mi caso, fundamentalmente fue mi madre, sacándome de la cama a la fuerza, lavándome, pelándome, obligarme a comer… y por otro lado yendo a hospitales, clínicas,
visitar  a los doctores especializados, que te indican que hagas dos cosas:
         Toma de los fármacos.
         La obligación de dar un paseo en la calle por la mañana y otro por la tarde.
Y así durante por lo menos cuatro años, de tal forma que en ese tiempo, el mundo para mí no existió, y cuando empiezas a salir del pozo, parece que te encuentras en otro mundo: Han pasado muchas cosas y las personas que conocías han envejecido de un día para otro, y así, poco a poco sales del pozo, pero no del todo.
6.- La gran pregunta.-
         ¿Hubo alguien que ayudase a Judas a salir del pozo?. Pues que yo sepa, en los Evangelios no se dice nada al respecto.¿Acaso durante los tres años de convivencia entre Jesús y los discípulos no se establecería cierta confianza de Judas con otro discípulo y que éste le hubiese pedido ayuda?. Pues parece ser que no la hubo. Voy a deciros, hermanos, algo fuerte, pero me temo que así ocurrió:
         En Juan 13, 34-35, dijo Jesús:
                                                                                         
“Un precepto nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; como Yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos.”
         Leyendo los Evangelios y si no estoy equivocado, la aplicación de este Precepto entre los discípulos “brilló por su ausencia”. Recordemos algunos pasajes:
         1.- Los hermanos Zebedeo, (Santiago y Juan), pidieron a Jesús que en el Reino de los Cielos, se sentaran a su lado. Esto produjo un malestar entre los discípulos, que tuvo Jesús que aclarar las cosas.
         2.- Jesús confirió a los doce el poder de hacer milagros (Mateo 10,1), pero cuando se presentó la ocasión no los hacían por falta de fe, cosa que enojó mucho a Jesús.
         3.- Después del Prendimiento en Getsemaní:
                  Pedro se fue a curiosear para ver lo que iba a pasar con Jesús, negándolo tres veces antes de que cantara el gallo.
         4.- Juan siguió a Jesús en su Calvario, pero a lo lejos.
         5.- El resto de discípulos huyeron de Getsemaní y se encerraron en un edificio por miedo a los judíos, y alli: ¿No se llegaron a acordar de Judas?
         6.- La incredulidad de Tomas, después de la Resurrección.
         Y quizás alguna cosa más.

(continuará)

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