respuesta a las principales preguntas que se formula el ser humano es preciso
ponernos en antecedentes sobre el diseño del mundo, sobre la formación de la Galaxia, sobre su
organización jerárquica, porque cuando comprendamos cómo funciona la vida a
nuestro alrededor, resultará más sencillo comprender el punto de arranque, el
objetivo y el destino de nuestra propia existencia.
Empecemos por el principio. Una Galaxia es un organismo vivo y como tal puede
compararse, a escala macrocósmica, a lo que es el ser humano a escala
microcósmica. Una pluralidad de galaxias podría equipararse a una pluralidad de
hombres y si la unión de éstos forma la humanidad, por similitud puede decirse
que la totalidad de las galaxias existentes constituiría el Universo, el Cuerpo
Divino.
entenderlo mejor deberíamos imaginar que en las altas esferas todo funciona de
una forma muy similar a como se desarrolla la vida en la Tierra. Nos referimos
a cuando las cosas se realizan de la forma adecuada, por supuesto.
Hubo en el
antiguo Egipto un ser con conocimientos muy avanzados, llamado Hermes
Trismegisto, que desarrolló una serie de conceptos que pueden ilustrar lo que
tratamos de explicar. Uno de ellos rezaba: “Como es arriba es abajo y como es
abajo es arriba.”
Hermes nos acercó con esta frase a la comprensión del Universo. De ella se
puede deducir que si uno estudia y comprende el funcionamiento de su cuerpo,
será también capaz de comprender las leyes que mueven su Galaxia. Por ejemplo,
en el cuerpo arriba tengo la cabeza y abajo los pies. La primera es la sede del
pensamiento, mientras que los pies sostienen el edificio físico. Si aplicásemos
la realidad hermética podríamos afirmar que aquello que está en tus
pensamientos (arriba) será un día la realidad bajo la cual tus pies (abajo)
andarán.
este modo se puede interpretar que los pensamientos pueden convertirse en
acciones, se hacen realidad.
La
energía producida por los pensamientos tiene un poder mucho mayor de lo que la
gente imagina. Ésta es una de las razones por las que se propugna la necesidad
de pensar en positivo para obtener buenos resultados. De lo contrario, si
pensamos en negativo, esa negatividad se materializará y se presentará ante
nosotros en forma de circunstancias a vivir, de anécdotas.
Para
evitar que esto ocurra lo ideal es ejercer un control sobre los
pensamientos y
tan pronto como nos demos cuenta que con una idea estamos potenciando algo
desagradable, debemos cambiar de reflexión, orientando la mente hacia una
imagen positiva.
Si fomentamos la unión, armonía y proyectamos pensamientos positivos, podemos
conseguir que mejoren las relaciones a nuestro alrededor y estaremos siguiendo
las leyes herméticas.
(continuará)
Orden de Sión+++