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La crisis
de la Iglesia Cristiana.
María es la Madre Universal
del Cristo, que lo reveló así: “He querido que esté presente en el Cenáculo con
mis apóstoles, para la bajada del Espíritu Santo. Ha vigilado con una ternura
verdaderamente materna, sobre la cuna de la Iglesia naciente, donde ha jugado el papel de
Mediadora y de modelo, doble papel que resume Su papel esencial de Madre”.
María es
Madre de la Iglesia,
porque es Madre del Cristo , total Madre del Cuerpo Místico, de todos los
discípulos, y no se puede ser verdaderamente discípulo del Hijo, si no se la
reconoce como Madre. Es Ella, en el Apocalipsis de la Mujer “que grita en los
dolores del parto” (XII, 1-2). Es Ella, que dijo en Kierizinen: “Actualmente, la Iglesia pasa por una
crisis tremenda. Pero tened confianza con lo que se puede parecer la edad más
sombría de la Iglesia,
está a punto de producir sus triunfos más notables”. Sin refiere sin duda a la Iglesia Universal,
pues lo que, en los secretos de Fátima, ha revelado sobre los acontecimientos
de Roma es espantoso.
Pero anunció
también la renovación y el triunfo milagroso de la Iglesia del Cristo: “La Iglesia renovada, será más
obedecida y respetada. Habrá un la
Tierra una nueva generación de santos, humildes servidores,
apóstoles celosos y sobrenaturales, verdaderos ministros de Dios. Como
angélicos servidores, llevarán al mundo la Palabra del Santo Evangelio, con un fuego nuevo:
El del Santo Espíritu, para conducirles al Amor infinito y a la Luz de Jesús, el Buen Pastor,
cuyo ardiente deseo es de no tener más que un solo redil y un solo pastor según
Su Corazón.

(continuará)

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