Templo Oración

En el Templo de Oración, Luz, Paz y Energía, los hermanos de la Orden del Temple oran para ayudar a todo aquel que lo solicite ante cualquier situación personal y/o colectiva.

Donaciones

Como Organización sin ánimo de lucro y de base religiosa, aceptamos donaciones que puedan hacer que nuestra labor continúe diariamente al servicio del Cristo.
(En muchos países este tipo de donaciones tienen deducciones fiscales).

Información Usuario

IP Address
3.135.205.146
United States United States
Explorador
Unknown Unknown
Sistema Operativo
Unknown Unknown

Su Hora

Música

module by Inspiration
Peregrinaciones. El camino iniciático de Santiago (2ª parte) (II)
Publicaciones Orden del Temple - Peregrinaciones. El Camino de Santiago
Escrito por María de Aquitania   
Sábado, 04 de Diciembre de 2010 00:00

La sensibilización progresiva espiritual, los retornos hacia una dimensión perdida, no dan los resultados deseamos por razones obvias, y en los siglos de hombres deseosos de superación, no iban a Oriente sino que seguían un trazado milenario en Occidente, el camino de las estrellas. La aventura de este viaje, es auténticamente espiritual y tiene como valor su capacidad transformadora.

El Camino de Santiago, nombre que daban los alquimistas a la Gran Obra, ha sido algo excepcional para la experiencia transformadora del hombre y una experiencia vivida del Conocimiento del cosmos, que sigue conservando todos sus valores. Por la compenetración que hacemos con ese mundo, nos acercamos a nosotros mismos, renunciamos a lo poco natural y a lo que no es espiritual, lo que supone un doble esfuerzo para nuestra inercia y condicionantes. Nuestro viaje por la Vía Sagrada, debe conducirnos a un estado de permeabilidad espiritual y la convicción de que durante unos días o semanas tenemos la oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida, y la reflexión sobre ello, nos dará la convicción de que vamos en busca de nosotros mismos, caminando por lugares donde se forjaron durante cientos de años grandes caracteres, en donde el espíritu humano amplió de manera extraordinaria sus límites hasta superar una dimensión que hoy ni se nos ocurre concebir.

Lo peor de esto, es que nos cuesta mucho recobrar la sensibilidad telúrica que tenían los antiguos, ni sentimos la necesidad de penetrar en la esencia de las cosas a través del frío, las ventiscas de los altos puertos de montaña, el calor de las caminatas por las zonas pedregosas, la sed, el hambre, el sueño, el cansancio, el dolor y llagas de nuestros pies y el sobre esfuerzo en fin, cuando estamos realmente acostumbrados a depender de un enchufe para resolver nuestras necesidades cotidianas.

Ir superando todas estas dificultades, no debe hacernos sentir con la sensación de un triunfo social o deportivo, sino que debemos volver al problema inicial de nuestra decisión de hacer el Camino: El Conocimiento. Así que lleguemos a la seguridad absoluta de que desde hace siglos este recorrido, la contemplación y la meditación caminante, han permitido a muchos llegar a la plenitud y que a diferencia de las doctrinas orientales no nos queda, ni ha habido un cuerpo de doctrina que sirva a todos en la misma medida ni por igual. Estamos ante una vía Iniciática, cuyo final está reservado a unos pocos que llegan a conocer la dimensión humana. Por tanto, para seguir de cerca de los grandes Iniciados, hay que tener una motivación muy profunda que quizás nos lleve a reedificar nuestra vida.

En estos momentos de vacío espiritual, de pérdida de valores, desilusión, materialismo, consumismo exacerbado, o huída hacia ideologías pseudo orientales mal entendidas o simplemente pasotismo, seguiremos la senda de los que caminaban hacia el Oeste, detrás del Sol, en dirección de las grandes migraciones de la antigüedad, en busca de algo que los arrastraba. Contemplaremos las piedras vivificadas, bajorrelieves con unos mensajes definitivos sin pretensión estética alguna ni deseos de pasar a la fama. Veremos unos capiteles que nos hablan de la alegría, el trabajo hecho con amor, un afan de transmitir la vida, que se siente y que nosotros hemos perdido. La piedra vibrará en los arbotantes y en nuestros sentidos. La piedra románica con la perennidad del Conocimiento, lleva el mensaje que viene de las Pirámides, de los cuatro ríos paradisiacos; y que al desgastarse por vientos y lluvias, al borrarse los detalles anecdóticos, adquiere dimensión de mensaje metafísico, de la transmisión de lo esencial y de la reconciliación con nuestra totalidad.

Estamos por tanto comenzando a vivir, un retorno a lo verdaderamente auténtico, y la experiencia del Camino, que nos hará meditar a lo largo del mismo y permitirá revisar una serie de perspectivas fundamentales, remontando milenios de pensamientos, acercándonos a modos universales de concebir y actuar en sentido de una eterna superación.

(continuará)

Copyright. Todos los derechos reservados. Orden del Temple.

 
USER MENU