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Arqueología Sagrada. El Libro de los Reyes II
Publicaciones Orden del Temple - Historia
Escrito por Lady Violante   

El Profeta Samuel y David

 

El libro de Josué no es una crónica histórica, sino una descripción mítica, igual que el hecho de los Patriarcas o el Éxodo; cuenta la historia de la formación de la vida y la nación, y como tal, está llena de intervenciones Divinas, valentía y milagros. El texto bíblico cuenta como a petición de Josué, Dios ayudaría a los israelitas a ganar milagrosamente sus batallas, como alargó el día en la toma de Gidem dejando el Sol quieto para que alumbrara y a Luna detenerse sobre el valle de Al Jalón; y las Escrituras continúan diciendo: “No hubo día como aquel, ni antes ni después, en el que Yahvé escuchara la voz de un hombre”.

La epopeya de Josué cuenta una gran historia, que comienza con el nacimiento de una monarquía y este libro es el primer episodio en la Biblia que acaba demostrando por qué Israel escogió un rey igual que lo habían hecho otros pueblos, pero eso no pasó de la noche a la mañana. Josué ya es descrito en la Biblia como si fuese un hombre de estirpe real, ya que se le trata como a un rey, pero tras el relato de Josué nos encontramos con el llamado Libro de los Jueces, que eran los que se alzaron en un periodo caótico en el que nada se daba por supuesto.

No había un poder central y cada uno hacía lo que a sus ojos estaba bien, según la fórmula usada en el libro. Así que el Libro de los Jueces esgrime que no es posible organizar una nación en ausencia de un rey o un poder central y el libro acaba con ese descubrimiento. Le sigue la historia de Samuel que es el preámbulo histórico de la génesis de los reyes. Samuel fue quien elegiría primero a Saúl y después a David, como rey de Israel. El texto bíblico presenta a David como un pastor que fue ungido por Dios; éste es el origen de Mashiah o Mesías en hebreo: El ungido.

¿Existió realmente David?, mucha gente lo duda. Se ha descubierto en Tel Dan una respuesta, en que hay referencia a un rey de Damasco; que sus enemigos derrotados incluían a Jaza, rey de la casa de David. Esta es la prueba mas importante de la realidad histórica de David. Hubo un David, pero el quid de la cuestión no es si David existió sino que el reino de David fuera un gran Imperio.

La Biblia alude a un Imperio que se describe como un gran territorio con Jerusalén en el centro. Con toda la pompa, David llevó el Arca de la Alianza a Jerusalén, convirtiéndola así en la capital del reino. Así pues, el rey David existió realmente y no hay duda de ello, reinando el siglo X a.C. Pero ¿fue su reino el vasto Imperio que la Biblia describe?.

La investigación continúa en Jerusalén, la ciudad de David, tal como la citan las Escrituras. Jerusalén es una ciudad poco común, construida y destruida en innumerables ocasiones; es un difícil terreno para los arqueólogos. ¿Es posible encontrar aún rastros de la capital de David?. Con muchísimos obstáculos que evitar, éstos tienen que empezar por retroceder de nuevo en el tiempo y empezar con los restos más recientes, los que han sido fechados de manera fiable, para remontarse después a los más antiguos, cuya cronología es más incierta. Esta vez, nos vamos al periodo monárquico y de los monumentos que se construyeron fuera de la ciudad. Los arqueólogos intentan encontrar restos de la Jerusalén de antes del siglo VII a.C.

Durante la Edad del Hierro, cuando un cementerio a la vista fue construido, la gente enterraba a sus muertos en extramuros, así que observando éstos se ve que hay una especie de círculos alrededor de una zona vacía y esa era la que ocupaba la ciudad en la Edad de Hierro. Estas necrópolis permiten dibujar un mapa de la ciudad desde los siglos VIII y VII a.C., coincidiendo con los reyes Ezequias y Josías (valle de Hinnon, valle de Cedrón, monte del Templo y Jerusalén). Pero esta gran ciudad muestra el Jerusalén más reciente, la época en que Judea era ya un próspero Estado. ¿Y la ciudad de David que debe ser dos siglos más antigua?.

La ciudad que buscamos tiene que estar en algún lugar dentro de esos contornos. La investigación se centrará en la cadena sur del monte del Templo y es aquí donde los arqueólogos han buscado la capital del rey David desde el siglo XIX d.C. Nos encontramos en la ladera superior en el valle de Hinnon, y ahí se encuentran dos casas de la Edad de Hierro tardía y sobre ellas, se descubrió algo realmente extraño que es lo que llaman una estructura escalonada, que no son escalones par subir a una colina, son solo un revestimiento.

La cubierta de la ladera que está muy suelta, hecha de escombros, que podría caer en un pequeño terremoto y destruir la ladera y con ello, llevarse cualquier cosa que tuviera encima. Esto indica que en la Edad de Bronce tardía y en la de Hierro temprana, aquí hubo actividad humana, que fue un lugar habitado, pero a pequeña escala. Probablemente existió un pequeño pueblo en el siglo X a.C., poco poblado y no fortificado, careciendo de monumentos, por tanto, el Jerusalén de David, era un pequeño pueblo de montaña que cubría de 3 a 4 hectáreas y se concluye pues, que David no construyó una capital distinguida. En la Biblia se le describe sobre todo como un conquistador y su hijo, el rey Salomón, es el que la Biblia dice que fue un gran constructor, cuya historia parece sacada del cuento de las 1.001 noches.

(Continuará)




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