EL ARBOL SAGRADO

El hombre primitivo, empezó a relacionar determinados elementos de la Tierra con los dioses. El templo, era un paisaje natural en plena colina, donde adoraban a deidades masculinas, siendo las cuevas para las femeninas. Las piedras, el árbol y el manantial, hacían sagrado un lugar; de ésta manera, llegamos a los bosques sagrados. Cuando siglos después, surgió la arquitectura, el templo se convirtió en casa de la Divinidad y los vegetales y minerales, se constituyeron en elementos del edificio y los árboles fueron sus pilares.

El árbol, símbolo de vida, plantado en el Paraíso, crece hasta el cielo y vivifica el Universo, representando tres zonas cósmicas:

-Raíces: Lo subterráneo. Buscando el agua y la alimentación terrestre y humana.

-Tronco: La verticalidad. Lo superior y lo celeste.

-Ramaje: Expansión hacia arriba.

Todas las civilizaciones le han rendido culto a algún árbol que ha despertado su admiración. El fresno, era venerado por las culturas mediterráneas y atlánticas y era considerado como el prior árbol de la humanidad, siendo el olivo el primero que resultaba benefactor para el ser humano.

El fresno, desde tiempos ancestrales, como en Anatolia y Mesopotamia, tiene la dimensión de árbol de la Sabiduría y el Conocimiento. Para los griegos, además de la dureza y flexibilidad de su madera, tenía la propiedad de ahuyentar a las serpientes venenosas. Para los romanos, también era un árbol sagrado al cual rendir homenaje, así que no es casualidad, que los vascos lo relacionen con el fuego y se le rinda homenaje en la noche de San Juan, poniéndose sus ramas en las puertas para proteger a sus habitantes.

Todo esto, no pasó desapercibido para los Templarios, que recogieron la Sabiduría de las civilizaciones pretéritas, tanto orientales como celtas. El Fresno, resiste los vientos, florece en primavera, su poda arbórea es cada ocho años y su leña es de las mejores para arder, incluso verde.

Los templarios, lo adoptaron como árbol sagrado y no se dudó en relacionarlo con San Juan Bautista, así que fue plantado en infinidad de enclaves Templarios.

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