Hermanos y Hermanas todos:

Deseamos que comprendan lo que es verdaderamente la VIA CRÍSTICA Y TEMPLARIA.

El Evangelio de Jesús el Cristo, se refiere a la lucha sin cuartel entre la Luz y las tinieblas. El Cristo, Verbo de Dios, es la Luz de los hombres y Satanás el príncipe de las tinieblas. Este último, es lo opuesto a la Unidad, es división y multiplicidad, es el principio del antagonismo en nuestro mundo dual y por eso le llamamos también “el Adversario”.

El mundo actual, se encuentra bajo su poder tiránico, existiendo solamente unos oasis de Luz dispersados por el mundo. La línea divisoria se encuentra entre los discípulos de Cristo y todos los adeptos de Satanás, quien detenta el poder del mundo, esclavizándoles con el dinero y obligándoles a adorar a la figura del Becerro de Oro.

La línea divisoria, pasa también por nuestra propia alma, y mientras el Adversario ocupe posiciones de mando en ella, la Luz Crística muy difícilmente puede mantenerse. Las tinieblas toman su logro más fuerte en el apego al dinero y lo que además se añade, como el orgullo, la presunción, la promiscuidad con la lujuria que le acompaña, la gula, los vicios incontrolados, la crítica, la mentira, los juicios temerarios, etc. Si estos huéspedes ocupan nuestro corazón y si estamos llenos de las cosas de este mundo, es imposible que recibamos al Espíritu de Cristo, pues cuando una copa está llena, no puede recibir más. Por eso es imprescindible VACIARNOS de las cosas del mundo, para que podamos conseguir el Espíritu del Hombre-Dios, Espíritu sin el cual no pertenecemos al Cristo.

Si estamos llenos de las cosas de este mundo, pertenecemos al espíritu del mundo y no al de Cristo, a pesar de todo lo que digamos, pensemos o digamos, pues el Espíritu de Cristo es todo lo contrario: Humildad y desapego de los bienes del mundo; austeridad y pureza en todos los planos de vuestra existencia. Entre los dos, existe un antagonismo tan irreductible, que el Cristo dijo claramente: “Los que no están conmigo, están contra Mi”. Esto hace que muchos de los cristianos que creen de buena fe estar en el camino del Cristo, en realidad pertenecen al campo contrario.

El Cristo, enseñó a sus discípulos, con el ejemplo de Su propia vida, un nuevo modo de vivir, un ARTE DE VIVIR ESPIRITUAL, con la posibilidad de alcanzar aquí mismo, la vida irradiante del Espíritu Divino. Abrió a los hombres el camino de la Divinidad, y a los que guardan Su Palabra y siguen fielmente sus pasos, les ha dado el poder de llegar a ser Hijos de Dios.

Este poder, está en el modo de vivir: “Buscad el Reino de Dios y Su Justicia.....; no acumuléis tesoros en la Tierra, sino en el cielo....; trabajad para conquistar el pan de la Vida eterna.....; entrad por la puerta estrecha, pues la puerta ancha es la de la perdición....”. La enseñanza de este arte de vivir espiritual, ha sido en parte recogida en las Bienaventuranzas, que en Mateo van seguidas de 22 instrucciones complementarias y sobre todo en el Evangelio de Juan, donde el Cristo desvela la Vía del Conocimiento de Dios; la vía seca, directa, ígnea; vía de austeridad y esfuerzo, sacrificio, purificación, servicio a los hermanos y hermanas, y en este Evangelio, Jesús dice a sus discípulos: “El mundo os aborrece..., si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que es suyo; pero aunque estáis en el mundo, no sois del mundo, y porque Yo os elegí de él, el mundo os odia”. (Juan XV, 19).

Queridos hermanos todos, pensadlo bien y elegid entre el camino del Cristo o el mundo, porque el Cristo os llama, ya os ha elegido y os ha llamado. Pero vosotros, cada uno de vosotros, dentro de vuestro libre albedrío, (no engañaros con disculpas), sois los que decidiréis decir SI o NO.

PASAJE DE SAN MIGUEL EN LA CASA MADRE. SEVILLA (ESPAÑA)

Os hacemos un pequeño reportaje de este evento, celebrado en la intimidad de nuestra Casa Madre y en Cripta-Capilla, sólo rodeados de nuestros hermanos y hermanas de la Orden, como no puede ser de otra manera en la Orden del Temple.

Ha sido el encuentro feliz, de muchos miembros venidos de tierras lejanas, haciendo un camino largo y cansado, pero alegres por la expectativa del encuentro, entre hermanos de tiempo y otros nuevos miembros, que nos han mostrado su sorpresa por lo vivido en la Comunidad, que según sus propias palabras, han marchado plenos y llenos de amor y fraternidad, además del Conocimiento recibido, pues las Ponencias aportadas por los hermanos y hermanas de la Orden, enfocando distintos enfoques del sentimiento y el saber Crístico, han llenado hasta rebosar la copa de nuestras expectativas.

Han sido pocos días, (aunque por su intensidad han parecido semanas), donde aislados del mundo, sumergidos en la oración, la liturgia, la emotiva recepción de nuevos miembros así como subida de Grados, Sacramento a un nuevo Ser...., la fraternidad a sus más altas expresiones; los momentos de distendida y grata conversación; la entrega de distinciones a dos queridos hermanos, ilustres y sabias almas, que tanto dan a los demás..., ha sido todo en fin, un cúmulo de sensaciones, emociones espirituales, que quedarán en el corazón y el recuerdo de todos nosotros.

Hemos orado por todos nuestros hermanos, sean o no de la Orden, y esperamos que nuestras peticiones, hayan llegado a los pies del Señor, porque han ido impregnadas de Amor y deseamos que también lleguen hasta vosotros los beneficios espirituales que hemos recibido de nuestro Egregor Supraterrestre.

Ya esperamos con esperanza y alegría, el nuevo encuentro para el Pasaje de Epifanía, que nos hace olvidar la congoja de la separación física momentánea de los que viven geográficamente lejos de nosotros, aunque en lo demás, estamos juntos día a día, porque somos UNO en el tiempo y en el espacio.

Que el Señor bendiga a todos y cada uno de los que entregan su vida a Él, e ilumine a los que aún no reconocieron ni escucharon Su llamada.

Gracias a todos nuestros seguidores del Blog y la Web, y desde hoy, reanudamos con nuevas fuerzas, el trabajo diario para nuestros hermanos y hermanas dispersados por todo el mundo.

Non Nobis, todo sea para la Gloria de Dios.

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