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Amor De Dios
Publicaciones Orden del Temple - Espiritualidad
Escrito por Yo Soy   
Miércoles, 25 de Julio de 2012 00:00

 

El amor de Dios, florece con flor propia y fruto especial. El alma que no se abre con flor de Dios ni se enriquece con sus frutos, es porque no se ha dispuesto para que Dios haga en ella Su obra.

La flor y el fruto de Dios en el alma, es el conjunto de las acciones santas de la persona, es el desenvolvimiento de toda la vida sobrenatural del hombre por la gracia. Es la presencia amorosa de Dios en el alma; es el ser, y el querer, y el comprender, y el amar del alma, encauzado y ofrecido todo a Dios.

La flor y el fruto de Dios en el alma, es el amor y la delicadeza en el ofrecimiento a Dios de todas las cosas grandes o pequeñas, con más esmero en las pequeñas que en las grandes, ya que las pequeñas son más continuadas y frecuentes y si no hay vivo amor, pasan desapercibidas, mientras que las grandes son raras y ellas mismas avivan la memoria para levantarlas a Dios. La delicadeza nace del amor y el conocimiento de Dios produce la veneración y la admiración.

La flor y el fruto de Dios, son las virtudes todas: La mansedumbre del corazón, la entrega del corazón, la paz del corazón, la abnegación del corazón: Todas las virtudes se recopilan en la mansedumbre y limpieza de corazón ante la presencia de Dios.  Todo lo anterior, recopila toda la belleza de las virtudes en humildad, caridad y bondad. La mansedumbre deja ver el hermosísimo y riquísimo fondo de serenidd, paz, aceptación y limpieza de la voluntad Divina, de la inmensidad y bondad de Dios a quien el alma es entregada.

La flor y el fruto de Dios en las virtudes, es lo que ha constituido la santidad de muchos hombres y mujeres y lo que tiene que constituir también mi santidad. Dios está esperando de mi, la determinación que yo tome de seguirle y entregarme. Dios me llama. Dios me da Su inspiración y Su gracia y espera que salga de las complacencias de las criaturas a Su encuentro.

Alma mía, decídete y entrégate toda a Dios, porque, ¿a quién mejor puedes mirar y entregarte?.

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